martes, 16 de noviembre de 2010

Un aliento a fin de año

Este año, los chicos de 4 año B han escrito ensayos sobre variados temas. Queremos compartir uno de ellos porque puede alentarnos a persevar en nuestros esfuerzos durante estas últimas semanas de clases. Cabe destacar que el siguiente texto fue elaborado durante una evaluación, es decir, en el marco de las restricciones de tiempo y de posibilidad de consulta de fuentes de información propias de un examen.

Dar lo mejor, para vivir a pleno
Por Marcos Mac Mullen, 4º B

Hay una frase de los Beatles que tengo muy presente: “There’s nothing you can do that can’t be done”. Es una frase que nos da esperanza en los momentos de duda. Hoy en día muchos jóvenes piensan que no vale la pena esforzarse por algo porque no se puede alcanzar, ya que, prefieren utilizar ese tiempo para descansar, jugar a los videojuegos, la computadora o la televisión.

Cuando verdaderamente doy lo mejor de mí, generalmente consigo mi objetivo. Y eso es algo que me hace sentir valioso, en una sociedad que no se ocupa de pulir sus diamantes.

Ser uno más en esta sociedad implica seguir lo que está escrito. Pero, ¿para qué ser distinto si te excluirán? ¿No es mejor vivir despreocupado, divertido y sin responsabilidades?

No creo que una vida vivida al máximo signifique no esforzarse. Tampoco hay que vivir trabajando, sin embargo, hay que dar lo mejor de uno mismo cuando debemos. Nuestro esfuerzo va a ser recompensado, ya que, aunque no nos guste lo que hacemos quizá hayamos ayudado a alguien.

Cuando nos esforzamos mejoramos nuestras vidas, porque conseguimos objetivos y a su vez ayudamos a otras personas. ¿Y no es el mejorar nuestra calidad de vida uno de los objetivos del hombre? Porque si mejoramos nuestra vida podemos disfrutar más de ella. Pero, sin duda, hay algo dentro de nosotros que le está ganando a este deseo natural. Esto puede ser miedo a ser diferente y mal visto, a enfrentar la realidad o simplemente miedo a equivocarse. Prefiero vivir mi vida y cometer errores, que quedarme paralizado por el miedo.

Y si nos esforzamos y a pesar de ello fracasamos, ¿qué es lo peor que nos puede suceder? Como dice el refrán: “Lo que no mata, fortalece”. Porque además de fortalecernos, con nuestros errores aprendemos y también nos sentimos más seguros de nosotros mismos. Y esa seguridad es la que nos diferencia de las demás personas.

Estos miedos son los que nos llevan a cerrarnos en nosotros y seguir sólo lo que la sociedad propone, y esto también nos quita imaginación Esto me recuerda una frase del General de los Jesuitas, el Padre Adolfo Nicolás: “Responder con violencia es la causa a la falta de imaginación”. No hay que hacer más que mirar a nuestra sociedad y a nosotros mismos para darnos cuenta de cuántas veces utilizamos la violencia como respuesta. Es increíble a lo que el miedo a esforzarse nos puede llevar, y es algo que no considero que nos ayude a crecer.

Deberíamos mirar en nuestro interior y tener la humildad de reconocer nuestros errores, como también la habilidad de fortalecer nuestras virtudes. Sólo de esa manera podremos comenzar a esforzarnos para empezar a disfrutar más nuestra vida, y así lograremos cumplir nuestros objetivos, y vivir a pleno nuestra vida.

Proyecto Lectura Placentera para las vacaciones - Verano 2010-2011


Clik aquí para ver el proyecto.